El Ayuntamiento de Sevilla lleva meses trabajando en un proyecto pionero que convierta a Fibes en un distrito tecnológico, un polo industrial conformado por empresas de este sector con el objetivo de convertirse en destino inteligente y en una ciudad referente no sólo por la cantidad o calidad del turismo que reciba, sino por ligar esta industria a la innovación y a la tecnología que generan una pujante economía en la ciudad.
En relación a esto y aprovechando la I Convención de Destinos Turísticos que Turespaña celebra en Sevilla, la ciudad hizo la puesta de largo de una nueva estrategia que se visibiliza en un centro denominado Smart Tourism Office y que se ubica en el nuevo palacio de congresos. Esta oficina incluye un espacio para el emprendimiento y la formación en materia de turismo urbano sostenible que ocuparán relevantes empresas del sector y donde se ensayará un sistema de inteligencia turística que analizará datos de múltiples fuente para saber qué se demanda y qué hábitos tienen los visitantes y también que medirá los flujos turísticos para poder gestionarlos de mejor manera y así evitar, por ejemplo, colas o aglomeraciones en puntos del casco histórico.
Sin embargo, la nueva estrategia turística del Ayuntamiento de Sevilla tiene otras patas, como el Proyecto Cúpula, que pretende convertir el antiguo edificio de Fibes en un espacio destinado a la innovación y desarrollo de la industria turística, una incubadora con respaldo público-privado, donde se prueben tecnologías aplicadas al sector.