En un esfuerzo continuado por promover un ambiente más saludable y sostenible, la ciudad de Benidorm avanza en la implementación de su Zona de Bajas Emisiones (ZBE), cuya obra civil ya se encuentra en su última fase. Este proyecto, clave en la estrategia medioambiental de la ciudad, está diseñado para mejorar significativamente la calidad del aire y promover un cambio hacia modos de transporte más sostenibles, limpios y eficientes.

Hasta la fecha, la infraestructura necesaria para la ZBE está prácticamente finalizada incluyendo la instalación de avanzados equipos de medición de calidad del aire, que ya están operativos en varios puntos clave de la ciudad. Estos dispositivos están equipados con tecnología de última generación capaz de monitorear múltiples contaminantes, incluyendo dióxido de nitrógeno, gas ozono, monóxido de carbono, dióxido de azufre, y partículas PM10 y PM2.5 (estas últimas pueden entrar en los pulmones y representan riesgos significativos para la salud), proporcionando datos precisos que ayudan a evaluar y gestionar la calidad del aire urbano.

En lo que respecta a los controles de accesos, en estos puntos ya se han instalado la mayoría de las cámaras previstas, que servirán para monitorizar y controlar las inmediaciones a dichas zonas, así como evaluar las condiciones del tráfico existentes.

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