Los países europeos investigan nuevas medidas para frenar el incremento de contagios en Navidad, época del año donde se incrementan notablemente los desplazamientos y las actividades de ocio. Todos los ciudadanos que viajen a Grecia por ejemplo, deberán aportar un pasaporte COVID y una prueba negativa PCR realizada 72 horas antes de entrar en el país o una prueba rápida efectuada 24 horas antes.
En Rusia se han impuesto restricciones para la entrada a su país y se ha introducido una cuarentena de 14 días para los viajeros procedentes de Sudáfrica y los países vecinos, así como ha reducido de 72 a 48 horas la validez de las pruebas PCR. Por otro lado, en Reino Unido los viajeros están adelantando los vuelos para poder volar a Francia antes de la entrada en vigor de las nuevas restricciones impuestas por ese país a los viajeros británicos por la propagación de la variante ómicron de la covid-19.
En lo referente a la vacunación, en Alemania, el gobierno alemán de Olaf Scholz ha acelerado la adquisición de millones de dosis adicionales de vacuna, ya que tras sucesivos apremios a la población a inmunizarse ha constatado que no dispone de suficientes reservas para hacer frente a la campaña de invierno. Por último, en Austria, se relajará el confinamiento para los no vacunados durante las fiestas navideñas y la víspera del año nuevo, permitiendo así celebraciones de hasta diez personas.