La gran mayoría de profesionales piensa que los trabajadores del sector turístico deberían estar vacunados y, aunque por el momento, no está entre los planes del Ejecutivo central que sea obligatoria, hay varios gobiernos autonómicos que han estudian la posibilidad de exigirla.
Desde HOSTELTUR se ha ido más allá y se está aprovechando el alcance de las redes sociales para abrir el debate. Los detractores de esta medida creen que hacerlo sería ilegal, alegando cuestiones de discriminación y de transmitir falsa seguridad.
La encuesta en la red social Linkedin tuvo una clara respuesta ganadora: de entre las 20.000 personas que participaron, el 57% piensa que la vacuna debería ser obligatoria para las personas que trabajan de cara al público, y tan solo el 16% piensa que no es ético obligar a los trabajadores a vacunarse.
En la encuesta realizada en Twitter los resultados se asemejaron a los recogidos en Linkedin: Un 62,2% totalmente a favor, un 17,8% que solo la recomendarían y el 20% un rotundo no.
Cada vez son más las empresas a nivel mundial que están siguiendo la medida. The Walt Disney Company comunicó a todos sus empleados en Estados Unidos que tienen un margen de 60 días para vacunarse y empresas como la aerolínea Delta solo contratará vacunados.
Sin embargo, tras estas noticias, el número de detractores ha aumentado. Así, una agente de viajes en la encuesta lanzada en redes sociales señaló que “Nadie debe estar obligado a vacunarse siendo mayor de edad y menos que le cierren las puertas para un puesto laboral (…) No creo que sea imprudencia la decisión de «No Vacunarse», también puede ser miedo a inocularse un médicamente que «se supone» que se ha experimentado en un tiempo récord”.
Además, está la opinión de que la vacuna solo protege al vacunado y sigue contagiando, y que no se puede entender el crear certificados para controlar a las personas para entrar en determinados establecimientos.
Carlos de la Torre, abogado de Baker Mckenzie, explicó a la agencia EFE, que las vacunas no son una obligación sino un derecho. Y, por tanto, no se puede exigir la vacunación de los empleados.
Para la abogada de Abencys, Teresa Ezquerra, «a falta de legislación que imponga la obligatoriedad de la vacuna, habrá de ser el empresario quien requiera judicialmente a sus empleados para que se vacunen, y los jueces quienes den la solución, atendiendo a las circunstancias de cada caso concreto».