La Comisión Europea ha adoptado un marco de bonos verdes por un valor de hasta 250.000 millones de euros con el objetivo de ofrecer a los inversores en estos bonos la seguridad de que los fondos movilizados por el NextGenerationEU se asignarán a proyectos ecológicos y de que la Comisión presentará informes sobre su impacto medioambiental.
El marco adoptado demuestra a la comunidad de inversores cómo se utilizarán con fines ecológicos los fondos recaudados por la emisión de bonos verdes NextGenerationEU y cómo los ingresos provenientes de los bonos verdes financiarán la parte de los gastos relacionados con el clima en el MRR. Cada Estado miembro debe dedicar al menos el 37% de su Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia a inversiones y reformas relacionadas con el clima, y muchos Estados miembros tienen previsto hacer más de lo necesario.
La elaboración de los informes de impacto será un ejercicio transversal en toda la Comisión que permitirá a los inversores en NextGenerationEU calibrar las repercusiones beneficiosas de su inversión. Para garantizar que los informes de impacto sean significativos, incomprensibles y precisos, la Comisión Europea recurrirá al asesoramiento de expertos independientes y expondrá cómo se han asignado los ingresos de los bonos verdes NextGenerationEU a las diferentes categorías de inversión y los distintos Estados miembros.
Asimismo, la Comisión también ha revisado su plan de financiación de la recuperación en 2021 y ha confirmado su intención de emitir este año mediante un programa de subastas, bonos a largo plazo por un total cercano a 80.000 millones de euros, que se complementarán con decenas de miles de millones de euros de títulos de deuda de la UE a corto plazo.