La pandemia de la COVID-19 ha supuesto un gran desafío al sector turístico balear, que cerrará este año con las peores cifras de su historia. Deberá prepararse para volver al mercado más fuerte y resiliente que nunca. La economía circular emerge como una importante vía de progreso porque podría reactivar sus palancas de eficiencia, innovación y sostenibilidad.
Esta premisa ha guiado la actuación en materia de circularidad hotelera y competitividad llevada a cabo por la Fundación Impulsa Balears a lo largo del último ejercicio, con el apoyo del Grupo Iberostar –en calidad de patrono vigilante– y la Organización Mundial del Turismo (OMT), como principal aliada.
Los detalles se compartieron esta semana en un encuentro que, bajo el título ‘Circularidad hotelera y competitividad, la reformulación responsable del turismo’, contó con la participación de Sabina Fluxá y Gloria Fluxá –vicepresidentas y CEO y CSO, respectivamente, de Grupo Iberostar–, Bel Oliver, por parte de la OMT –en nombre de Zurab Pololikashvili, su secretario general– y Francina Armengol –presidenta del Govern balear y actual presidenta del Patronato.
Antoni Riera, director de la Fundación, presentó la estructura y contenidos de un marco alineado con las agendas e instrumentos internacionales vigentes, el cual asume que toda estrategia circular en el ámbito hotelero se basa en tres pilares estratégicos: la gestión de los recursos disponibles, la modernización de los procesos internos y la implicación de los principales stakeholders o grupos de interés.
Así, a partir de ahora, “las compañías hoteleras podrán disponer de un instrumento que, a modo de manual, les facilitará abordar holísticamente la toma de decisiones sobre los activos y procesos afectados por la noción de circularidad, implementar nuevas buenas prácticas con impacto reconocido e identificar indicadores clave sobre el progreso de su estrategia circular”, destacó Riera.
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