Los países de la Unión Europea han acordado que, a partir de ahora, las pruebas de detección o las cuarentenas, ya no dependerán del país de procedencia, sino del certificado COVID digital de cada persona. De esta forma, se busca simplificar las normas aplicables y dar más claridad y previsibilidad a los viajeros, pero manteniendo el llamado «freno de emergencia», que permite introducir restricciones a los viajeros de otros estados miembros si surgen variantes del virus preocupantes.
Sin embargo, la nueva recomendación mantiene la posibilidad de que los países impongan medidas adicionales a los viajeros desde zonas color rojo oscuro, consideradas de alto riesgo en el mapa de colores del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades.
Con respecto a España, el país considera un gran avance la decisión de cambiar el enfoque sobre las restricciones a los viajeros europeos para frenar el coronavirus, ya que, como ha señalado el secretario de Estado para la UE, Pascual Ignacio Navarro Ríos, “básicamente, todo aquel ciudadano vacunado podrá circular por Europa sin ningún problema y eso es un gran avance en la movilidad, es la gran apuesta por la vacunación que España tiene y lo consideramos muy acertado.