Todo el territorio español ha iniciado este fin de semana la ‘nueva normalidad’, que distará mucho de la situación anterior a la pandemia porque la libre movilidad interna y la apertura al turismo exterior se compaginarán con aforos limitados y con el uso generalizado de la mascarilla. La posibilidad de viajar por todo el país y la llegada de turistas extranjeros por la apertura de las fronteras europeas del espacio Schengen ha llevado a las autoridades a insistir sobre la importancia de mantener las precauciones para acabar con la pandemia y evitar rebrotes.
A partir de ahora, serán las Administraciones regionales las que vayan modulando las restricciones y recomendaciones sanitarias, puesto que son de su competencia. En Cataluña, las autoridades vigilan, sobre todo, al colectivo de adolescentes y jóvenes entre 15 y 29 años, al haber registrado un incremento de casos positivos en este tramo de población en las últimas semanas. Cantabria, por su parte, mantiene las medidas de control y seguridad para proteger a los usuarios de las residencias de mayores, mientras que el País Vasco se prepara para la apertura de la frontera con Francia, con avisos a la población para que respeten la distancia de seguridad y el uso de la mascarilla cuando acudan al país vecino.
La Comunidad de Madrid, la más afectada por el virus, pasará a la nueva situación con restricciones reforzadas respecto a otros territorios: el aforo en espacios cerrados será por norma general del 60 % hasta el 5 de julio y a partir del 6 de julio el aforo será del 75 %, el más usual.
Los aeropuertos de la red de AENA recibirán vuelos procedentes de países dentro del espacio Schengen, a excepción de Portugal, cuyas fronteras con España abrirán el 1 de julio. También podrán regresar, en igualdad de condiciones que los viajeros Schengen, los procedentes del Reino Unido, sin necesidad de guardar cuarentena. Según ha señalado la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, esta medida se adopta «por respeto a los 410.000 británicos que tienen su segunda residencia en España» y ha confirmado que están «manteniendo contactos» con las autoridades británicas para saber «si van a hacer lo mismo».
Aunque no se lleve a cabo la cuarentena, la ministra ha recordado que los viajeros pasarán por una triple comprobación: temperatura, origen y registro. En caso de que algún británico contraiga el virus ya en el país, González Laya ha explicado que se habilitarán lugares en cada región en los que se aislará y tratará al enfermo, a fin de preservar su seguridad y la de las personas con las que ha estado en contacto.