Viajar no depende ahora tanto ni de los días libres ni del presupuesto, sino que hay un condicionante de más peso: la covid-19. Con casi todas las comunidades autónomas cerradas a cal y canto para frenar los contagios, el turismo de proximidad se impone, pudiendo ser una oportunidad única para mostrar los pueblos como destinos a los que merece la pena escaparse.

Para aprovechar este tirón, la Diputación de Badajoz ha organizado este mes de noviembre excursiones gratuitas para demostrar que en la provincia más grande de España hay atractivos para todos los gustos: desde conjuntos históricos a monumentos naturales, pasando por el turismo megalítico o el industrial.

«La provincia es una gran desconocida para los pacenses y esta es una oportunidad para favorecer el conocimiento y el reconocimiento de nuestros recursos turísticos. La coyuntura actual puede animar a ello, de hecho, ya hay mucha gente deseosa de moverse dentro de las limitaciones y de conocer nuevos recursos turísticos», afirma Carolina Casado, jefa de la oficina de promoción turística de la Diputación de Badajoz.

Se trata de jornadas completas en las que el patrimonio histórico es el reclamo principal, pero se complementan con actividades de naturaleza, gastronomía o aventuras para hacerlas apetecibles al turismo familiar, que es por el que apuestan los pueblos. Con estas excursiones, la Diputación no solo busca la promoción de los destinos por parte de los participantes, sino también contribuir a que estos dejen dinero en los restaurantes, bares, comercios y hoteles de los pueblos.

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