Barcelona pondrá en marcha sensores 2D, 3D y de infrarrojos para medir en tiempo real los flujos y las aglomeraciones de personas, bicicletas o vehículos tanto en espacios interiores como exteriores. Los datos obtenidos permitirán mitigar los efectos de la masificación turística sobre la gente que vive o trabaja en el distrito de L’Eixample y mejorar la experiencia de los turistas.
Con esta solución tecnológica, también se facilitará la toma de decisiones sobre los servicios municipales que se prestan en los barrios. Por ejemplo, servirá para informar de los horarios de los servicios de limpieza, la ampliación de los carriles o la pacificación de las calles, entre otras cosas.
La empresa Affluences ha sido la encargada de llevar a cabo el proyecto después de ganar el reto lanzado por Digital Future Society y el Ayuntamiento, y recibirá una aportación económica de hasta 40.000 euros provenientes del fondo del impuesto turístico (IEET) para implementar la prueba piloto.
Esta iniciativa se enmarca en el programa municipal InnovAcció 2030, para proponer varios retos a escala de ciudad y de territorio. Otros retos de la Digital Future Society que se han impulsado han sido la mejora de la accesibilidad y la inclusión en la Ludoteca Guitard, en el distrito de Les Corts, y la reducción de la huella ambiental en el sector tecnológico.
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