Esta solución incorpora la digitalización y la monitorización para mejorar la gestión de la conservación, el uso, la seguridad, la eficiencia energética y el confort de los usuarios. Además, dispone de un cuadro de mandos e indicadores específicos, que integran la experiencia y el conocimiento experto de la entidad.

Cada solución se diseña atendiendo a las necesidades específicas. Además, ofrece la posibilidad de generar alertas e informes automáticos. Los módulos principales que componen la solución:

• Gestión de la conservación: se tendrán en consideración los aspectos principales que pueden incidir en la preservación de unas condiciones ambientales y estructurales adecuadas. Sin carácter exhaustivo: temperatura, humedad, xilófagos, fisuras, vibraciones, etc.
• Gestión de la eficiencia energética: el consumo de recursos supone el gasto económico más importante. Sin embargo, el patrimonio tiene una relación particular con la eficiencia, pues estas medidas deben interactuar con una premisa imperativa, que es el mantenimiento de las condiciones adecuadas para evitar el deterioro. Por tanto, esta gestión requiere de un alto conocimiento especializado.
• Gestión de uso y seguridad: todo elemento patrimonial en uso debe encontrar una relación sostenible con los comportamientos y actitudes de los turistas, usuarios y gestores, que lo disfrutan. Este uso debe permanecer condicionado por la presencia de bienes culturales, que fundamentan el carácter patrimonial de la gestión.

Una estrategia adecuada para la gestión inteligente del patrimonio permitirá mejorar la conservación de los bienes culturales e incrementar su durabilidad. Además, el carácter preventivo de las actuaciones optimizará el retorno económico de las inversiones realizadas. El proceso de estandarización e implantación de automatismos que conlleva la gestión telemática repercutirá en una mejora organizativa y en los procesos de toma de decisiones.