Involucrando a la población local, se busca integrar a la ciudadanía en la planificación, desarrollo y gestión de los destinos turísticos, promoviendo un turismo sostenible y alineado con las necesidades locales. A través de la tecnología y la colaboración activa, esta solución empodera a los residentes locales, permitiéndoles aportar sus ideas y preocupaciones, mejorar la calidad de los servicios turísticos y reforzar el sentimiento de pertenencia en torno al desarrollo turístico de su comunidad.

Estas circunstancias fomentan acciones para transformar y dinamizar el municipio ya que el consenso de las decisiones garantiza soluciones más cercanas a las necesidades y retos de los agentes, siendo, más sostenibles y mejorando la implicación de la ciudadanía y los visitantes en la política turística. 

Entre las actuaciones de la iniciativa de participación ciudadana se incluyen las siguientes:  

• Sesiones de trabajo con asociaciones vecinales, asociaciones de empresarios y hosteleros, etc. Estas sesiones se realizarán periódicamente y tendrán como objetivo la discusión de la situación actual de la mancomunidad y sus problemáticas. 

• Puesta en marcha de herramientas para realizar consultas rápidas a la ciudadanía. Inicialmente se proponen las siguientes: consultas en la web de la mancomunidad, pop-ups en marquesinas del transporte público u otras inmediaciones concurridas por residentes, etc. Estas consultas rápidas permitirán conocer el grado de satisfacción de la ciudadanía con un determinado servicio o actuación. 
• Lanzamiento de retos vinculados con turismo activo, ciclismo y senderismo para que planteen sus respuestas y soluciones mediante consultas y/o reuniones en las que estos agentes dinamizadores expongan sus planteamientos. Esta actuación funcionará como una consulta al mercado que permita a la mancomunidad mejorar su conocimiento de la situación real del tejido productivo, adecuando sus servicios y soluciones a esta realidad. 
• Programas de gamificación que permitan simular nuevas situaciones en el territorio para percibir como desearía el ciudadano que fuese la nueva situación, o las decisiones a tomar. Estas actuaciones seguirán metodologías de design thinking con el fin de maximizar la generación e intercambio de conocimiento e ideas para que, a su vez, puedan replicarse en futuras políticas o servicios que les afecten.