Los expertos prevén que 2022 estará dominado por la necesidad de adaptarse a las nuevas realidades, tanto en áreas remodeladas por la crisis como el nuevo mundo del trabajo o el futuro de los viajes. En relación a esto, Tom Standage, editor de “El mundo ante 2022”, ha enumerado las 10 tendencias por orden de importancia para el turismo.
En primer lugar, asegura que el turismo continúa en problemas, ya que la actividad se está recuperando a medida que las economías se reabren, pero los países que han seguido una estrategia de “supresión” de cero COVID, como Australia y Nueva Zelanda, se enfrentan a la difícil tarea de gestionar la transición a un mundo en el que el virus será endémico. Por otro lado, ha asegurado que la pandemia se convertirá en algo endémico, ya que llegan nuevas píldoras antivirales y tratamientos mejorados con anticuerpos y más vacunas. En tercer lugar ha señalado que a pesar de que los incendios forestales, las olas de calor y las inundaciones son cada vez más frecuentes, sorprende la falta de urgencia entre los legisladores cuando se trata de abordar el cambio climático.
Tras esto, señala que las interrupciones en las cadenas de suministro y el aumento en la demanda de energía han hecho subir los precios y que existe un amplio consenso de que el futuro será híbrido y de que cada vez más gente pasará más tiempo trabajando desde casa, pero hay mucha controversia en los detalles: ¿cuántos días y cuáles? ¿Y será justo? Además, de esto, asegura que 2022 será el primer año en que más viajeros privados irán al espacio y que como todas las tecnologías disruptivas, las criptomonedas se están domesticando a medida que los reguladores endurecen las reglas.
Por último, apunta que los reguladores en Estados Unidos y Europa han estado tratando de controlar a los gigantes tecnológicos durante años, pero aún tienen que hacer mella en su crecimiento o ganancias; que la mitad de la legislatura en Estados Unidos y el congreso del Partido Comunista chino ejemplifican el contraste entre ambos sistemas políticos rivales, sin saber cuál es mejor para ofrecer estabilidad, crecimiento e innovación; y que los Juegos Olímpicos de Invierno en Beijing y el Mundial de Fútbol en Qatar recordarán cómo el deporte puede unir al mundo, pero también cómo los grandes eventos deportivos a menudo terminan siendo herramientas políticas.